15.7.08

El Hambre

Este es el hambre. Un animal / todo colmillo y ojo / Nadie le engaña ni distrae. (…) / Anuncia siempre sangre. / Ruge como león, aprieta como boa, / piensa como persona. / El ejemplar que aquí se ofrece / fue cazado en la India (suburbios de Bombay), / pero existe en estado más o menos salvaje en otras muchas partes. / No acercarse.

Nicolás Guillen

El Hambre

Edgardo Pablo Bergna

Hace unos pocos días la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), y la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico) se reunieron en Roma. La cumbre sobre «seguridad alimentaria», así la llamaron, emitió un informe donde estima que el precio de los alimentos subirá al menos 10 años más, y aclara que, India, Brasil y Argentina liderarán el comercio agrícola.

La asamblea mundial sobre seguridad alimentaria en Roma debatió la crisis causada por el aumento de precios en los alimentos que sumará impiadosamente mas personas a las ya 862 millones que sufren hambre y desnutrición, y se agrega a este hecho, lo que llaman, un problema extra que causa «serias perturbaciones en los mercados» y un agravamiento de la situación de los países más pobres: los biocombustibles. El tono que éstas instituciones utilizan para referirse al objeto de su interés hace que se ponga en pié de igualdad la «crisis alimentaria» con fenómenos naturales como terremotos, huracanes y tsunamis y a la vez se pueda hablar de «serias perturbaciones en los mercados» como si «los mercados» fueran ontológicamente independientes de especuladores que manejan los precios según sus propios intereses; el tono que emplean, no hace otra cosa que, sobre un hecho consumado y perfectamente evitable, ocultar una manera injusta en la distribución de los alimentos en el mundo, a la vez que trata con eufemismos la enorme concentración de riqueza de los países desarrollados. «El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, advirtió que no menos de 33 naciones en desarrollo están cerca de enfrentar disturbios sociales originados en la escasez y los precios de los alimentos»[1]. Lo único que los mueve a ocuparse de estos temas es el miedo que les produce la rebelión de los pueblos oprimidos por la escasez y el hambre tal como lo demuestran las palabras del presidente del Banco Mundial citadas arriba.

Bien me quieres, bien te quiero. No me toques el dinero.

Argentina sería uno de los países que liderarán el comercio agrícola en el mundo. No es un disparate pensar que quienes son dueños de los medios de producción de esos insumos hayan visto, desde su imaginario, por cumplir «el sueño liberal» de pasar de ser medianos y pequeños productores, ya con una rentabilidad mas que abultada, a verse equiparados a sus «patrones» de la Sociedad rural, de ahí su alianza.

Lo que llama la atención es el discurso «desesperado» de los referentes «del campo» hoy mismo, mientras escribo este artículo se están desarrollando sendos actos: uno en Plaza Congreso donde el ex presidente Kirchner aseguró que se iba a someter a lo que el congreso decida respecto de las retenciones móviles, el otro, en el Monumento a los Españoles donde se aseguraba que si se perdía en el congreso iba a continuar la lucha en otros estrados. Tales expresiones hacen sospechar del llamado «republicanismo» en quienes además, se siguen arrogando una «argentinidad» digna de quienes ven, o mejor sienten que sus opiniones les vienen por «emanación», no puedo dejar de ver un asesor ¿intelectual? parecido a Elisa Carrió.

El Congreso «no es el árbitro final en una democracia» «uno de los principios del constitucionalismo es el derecho inalienable de las personas contra las leyes injustas». «Si no movilizan van muertos»… y los productores escucharon a Elisa Carrió quien con ésas declaraciones acompaña al campo en su «cruzada republicana»[2]. Es cierto, hay leyes injustas, pero lo que se discute en el Congreso es una ley de aranceles a la exportación que no se debiera equiparar a un impuesto pero si se lo hace y se habla de «injusticia» habría que precisar el concepto que se usa de «justicia». No puedo dejar de comentar que existe una importante doctrina en derecho tributario donde el español Ferreiro Lapaiza plantea que el 300 por ciento puede ser constitucional si grava la adquisición de una joya y un 10 por ciento confiscatorio si se aplica a quienes adquieren artículos de primera necesidad.

Lo semejante es amigo de lo semejante

Empédocles, filósofo presocrático elaboró una teoría del conocimiento regida por la máxima de que se conoce lo semejante, por lo semejante. Podrá no venir al caso el comentario, pero cuando uno escucha a un Alfredo De Angeli expresar sin sonrojarse: «con la ganadería lo primero que hay que hacer es abrir las exportaciones,13 cortes populares para la Argentina, y lo que no se come acá se exporta y el que quiera comer lomo que lo pague 80 pesos el kilo» uno no puede mas que asociarlo —como bien lo hace Alejandro Otero en su artículo de Página 12— a lo expresado en la carta abierta a la junta de Rodolfo Walsh: «en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos”»

Con todo, los dichos del «orador bucólico» no hacen más que confirmar la falta de racionalidad de toda la «cuestión agraria» ¿entonces es cierto que si el Estado no interviene los precios en el mercado interno se «acoplan» al precio internacional? Si pasa con el lomo no se ve porque no pasaría con los otros productos agrícolas. Tampoco es racional pensar que si las cosas en el Congreso no salen como ellos quisieran es porque los Senadores también son corruptos .En general, es cuando salen leyes que benefician a corporaciones poderosas de la economía que se producen sobornos. En este sentido, para terminar, me gustaría hacer un poco de ficción: Imaginemos que el gobierno de un país imaginario decide cobrar impuestos a un sector económicamente poderoso, este sector se siente portador de los atributos, rasgos y notas más representativos del país; quienes estén con ellos son el país. El gobierno por su parte representa al Estado que son todos y anuncia que lo recaudado con esos impuestos irá a los sectores más desposeídos, el gobierno entonces, soborna a la oposición y saca la ley que le permite dicho trámite. ¿Se podría acusar al gobierno de utilizar recursos del Estado para paliar las necesidades de los mas pobres?


[1]http://www.clarin.com/diario/2008/04/12/opinion/o-04301.htm[1]

[2] http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-107633-2008-07-11.html

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