14.2.06

Conflicto de las papeleras...¿eterno retorno?

El conflicto producido por la instalación de la papelera en las costas de Uruguay no es sino un eslabón más en una cadena cuya longitud se extiende al infinito. Más allá del sezgo internacional que ha tomado (casi una contingencia) lo que representa es un espectáculo que, lamentablemente, ya hemos visto muchas veces: una multinacional es recibida con los brazos abiertas por un gobierno que le otorga via libre para actuar como mejor le plazca, sin importar el costo que ello acarree.

La justificación del gobierno uruguayo tampoco difiere de las justificaciones dadas en tales situaciones por los gobiernos de otros paises (incluido el del nuestro). Con el argumento de "progreso y mayor demanda de mano de obra" se ha permitido historicamente no solo la destrucción del medio ambiente (y las enfermedades causadas por esto) sino también el aumento de las horas de trabajo, la reducción de salarios, la desaparión de las leyes que garantizaban la seguridad del trabajador, y todo lo que en nuestro pais llevo el nombre de "flexibilización laboral¨.

Tabaré Vasquez, incluso, pidió a Kirchner que ponga fin a los cortes de puente realizados por los manifestantes. Pedir esto es pedir la represión de aquellos que se atreven a exigir el cumplimiento de sus derechos por una vida digna. Si bien esto puede llamar la atención por venir de un mandatario que se presentaba como popular y d centro izquierda, no es sino la repetición de una praxis empleada constantemente¿No son, acaso, innumerables las veces en las que un gobierno reprimió y detuvo a quien interferia en el quehacer de las empresas?

En estos casos pareciera que la multinacional se presenta como la redentora de la sociedad. Mientras se cuestionan problemas territoriales, de libertad de transito, de derechos a manifestarse, el deber de favorer la instalación de tales empresas permanece incuestionable. Algunos sectores plantean este problema como un conflicto entre estados y tanto de un lado como del otro pueden verse fervores pseudonacionalistas. Sin embargo pareciera que quiere ocultarse la responsabilidad de la dinamica impulsada de las leyes de mercado. Es por ella, pues, que dos paises desde siempre hermanos hoy parecen enfrentados.

Maximiliano Basilio Cladakis